“La idea estaba pero no tenía los medios. En 2005 me ofrecieron un cargo de dirección en la Escuela de Industriales en Cartagena y acepté. Lo primero que hice fue exponerle mi idea al director, Antonio Gabaldón, y me dijo que adelante, que le parecía fabuloso. Entonces compramos tres tablets PC y comencé a grabar mis primeros vídeos. Hablé con mi padre por teléfono y le dije: estoy creando lo más grande que se ha hecho en la historia de la educación”.